Miras de lado, señora Grandes, custodia de vuelos aprendices tras tu estela. Esperas al cuándo mirarás de frente, al quién. Y ahora que eres esencia, energía, ya le conoces. Tus ojos seguros, confiados, preparados del frente a frente. Y en efecto, ahí, detrás, a 94 páginas, te sigo… y no…